martes, 14 de julio de 2015


Ríndete a la luz
o piérdete en la sombra.
Ríndete mientras tienes la llave
y la cerradura sigue intacta.
Ríndete que no le queda más remedio
a tu enfermedad que romper los miedos.
Asesina el pasado y los prejuicios,
vomita los tabúes y las utopías.
Acuchíllate el silencio
y sangra las palabras.
Ríndete que los pechos se secan
y el vientre se marchita.
Ríndete y entrégate,
que el amor no espera,
como no espera la vida a los sueños.

Baleryns López

Y así fue

Y así fue
Por: Baleryns López

Ella no tenia conciencia del plano exterior, donde estaba, ni quien era. Tampoco se esforzó mucho en tratar de investigarlo pues era feliz. Vivía tranquila, feliz y rozagante con unas escarchas mágicas que una mano le rociaba cada cierto tiempo, el suficiente como para renovar a tiempo el efecto mágico.
Todo era perfecto y hermoso, la poesía y el delirio eran cotidianos. Hasta que un día la mano desapareció, ella se quedó esperando la preciada guarnición, pasó un día, pasaron diez y comenzó a sentir los efectos de su partida.
El primer síntoma fue un fuerte dolor en el interior, como un cuchillo filoso y caliente, clavado lentamente en el pecho, ella sufrió tanto que emitió un gemido que duró 24 horas y es que ella nunca había experimentado el dolor.
El segundo síntoma fue que comenzaron a transformarse la luz y el clima, el blanco se contorneo en mil colores que danzaban difuminados a su vista, hasta que se mezclaron todos y quedó un marrón casi negro, fue entonces cuando la temperatura bajo y se puso frío y húmedo el ambiente. Invadida de asombro no podía creer donde se encontraba ni quien era. Estaba plantada en las orillas del Guaire, frágil y desnuda. Terrible despertar para un alma sublime.
Fue entonces cuando oyó su primer sonido, eran las botas de un ejército de escarabajos que venían a lo lejos, se desprendían uno a uno de un cuerpo tirado en la tierra. Ella veía el cuerpo, veía los escarabajos acercarse más y más, impotente no podía correr, estaba desesperada, sintió un escarabajo subirse por su piel, elevó la mirada al cuerpo y se quedó detallándolo como tratando de ver que le hacían. Así reconoció la mano mágica pegada al cadáver de un recoge latas, su mano y todo su cuerpo estaban llenos de polvo de estrellas. Los escarabajos lo devoraban con ferocidad, los escarabajos, ¡el escarabajo subiendo por su piel!
Ante tal escena y evidente destino, angustiada, pegó un grito, fue tan fuerte que todo se paralizó, sintió otro intenso dolor, ella pensó que iba a estallar, comenzó a desgarrarla por dentro, hasta que se le abrió la piel y surgió una espina. El dolor pasó cuando le salieron todas sus espinas. Todo comenzó a tener movimiento nuevamente, el escarabajo apuñaleado por una espina salió corriendo. El cuerpo del mago pronto desapareció, dejando un rastro de polvo de estrellas que el viento se llevo. La rosa quedó allí en las orillas de los despojos esperando a que volviera la magia. De vez en cuando va una garza que le hace compañía y le canta para aliviar su pena, pero ella que no sabe de la muerte ni de la finitud, insiste en esperar la mano que la llena de magia.
Fue así como a la rosa le salieron sus espinas.


Y lo apuñale, desgarre y aplasté.
Y le llore, escupí y reí.
Y lo unté en mierda, en sangre y vomito.
Todo lo hermoso fue en el.
Toda miseria fue en el.
Los sentires del mundo le volcaron.
Cómo algo tan endeble puede resistirlo?
El papel aguanta todo, hasta la poesía.
 
Baleryns López.
10/06/14

Suspendida



Suspendida la risa, el sol, los gemidos.
Suspendido el gusto, el tacto, el olfato.
Suspendidas las manos, los pies, los latidos.
Suspendidas las ganas, los zapatos, las pantaletas.
Suspendida el hambre, el cepillo, la ducha.
Suspendidas la luna, las estrellas, el planeta.
Suspendidos los sueños, certezas, las esperanzas.
Suspendidas el alma, el cuerpo, la vida.
Hoy no habrá poesía.

Baleryns López
12/06/14