viernes, 11 de marzo de 2011

7 pelones son mucho con demasiado





Baleryns López
baleryns@hotmail.com

Todavía, es un pesar decirlo, vivimos en un estado que permite así a la ligera y sin ningún disimulo ese maldito sistema de intercambio de favores en el cual los gerentes institucionales o políticos conceden beneficios sociales o económicos a modo personal, a discreción suya o la de los amigos, de los amigos, de los amigos de las amigas también claro, por aquello de la igualdad de género, a cambio de... status quo o beneficios económicos osea status quo osea cómo te explico, beneficios políticos electorales o no.

El clientelismo es un mal que jamás va a acabar con el capitalismo, claro eso sería un parricidio, pero puede acabar con las revoluciones. Nosotros debemos ser ejemplo de ética y principios y no lo digo porque yo sea justamente un ejemplo de esto, pero coño por lo menos trato de darme cuenta y lo que es peor me doy cuenta y después formo un peo.

Entonces una llega con sus poemas a un grupo de poetas y lee sus vainas y las comparte y de repente una esta en el Festival Mundial de Poesía y dice verga que bello, que honor y al año siguiente la vuelven a invitar a una, y una dice pero que sencillo se pueden penetrar estos espacios, esto sí es democracia y participación popular... Y se me empiezan a revolver las entrañas cuando aparece una o uno más arrecho que no está en el Festival Mundial de Poesía y que además tiene un montón de años recitando y pateando cerro y entonces me llega una voz oriental misma que me dice: pero tu cómo que eres guevona muchacha!

Y si admito que todavía soy guevona y de esas que comen flores pero con espinas y que después que me las trago se las vomito como una ametralladora en la cara a esos coños que nos tienen tan jodidos y jodidas claro... Porque yo les creo que se pelen 1 vez y entonces una sale a defender la parte, se pelan 2 veces y cónchale una dice bueno es que no se han dado cuenta son jóvenes, se pelan 3 veces y una dice berro vale pero es que les tienen los ojos vendados, los tienen engañado... y ahí mismo una se queda y piensa: un momento pero yo también soy joven, (aunque no lo crean) y ellos están mayorcitos pa la gracia y además me di cuenta y la señora que vende las empanadas también se dio cuenta y entonces una se deja de creer en cuentos mi hermano... el que no ve es porque no quiere ver no joda.

Según refranes populares nosotras y nosotros somos las únicas bestias, si porque los animales no, que tropezamos tres veces con la misma piedra, pero 7? léase siete! Cómo nos podremos llamar nosotros con siete pelones de bola tan públicos, notorios e internacionales. Los y las (una se nombra ultima esta es una nota a una amiga que le encantan guindarse paraparas en el cuello y formarme peo) organizadoras del Festival Mundial de Poesía deberían, deberían, deberían llamar a un concurso nacional de poesía para poder participar en dicho festival a modo de democratizar verdaderamente estos espacios, aunque el concurso debería postular también a el jurado que va a hacer la selección o que sé yo, inventar una forma en que se abra la participación para seleccionar al jurado y a los y las poetas. Esa es mi humilde propuesta.

Mientras tanto... Funcionario, funcionaria, carnetizados y asalariados todos recordemos lo que dice el encabezado de cada institución publica del estado: Ministerio del poder popular para, del poder popular para, poder popular... Haga un esfuerzo y en cada paso que de para cumplir su horario, bueno está bien es cierto que hay camaradas dentro, en cada proyecto que piense o emprenda pregúntese cómo se ejercerá la participación y el poder popular como reza nuestra querida Constitución Bolivariana.

Recordemos que la gente está cansada de ser la guirnalda de adorno de casi todos los ministerios en mayor o menor medida, por lo menos los Adecos y Copeyanos decían aquí mandamos nosotros y bueno la gente peleaba su derecho a participar, aquí nos dicen ustedes son el poder pero nosotros lo ejercemos y nosotros nos quedamos dormidos... la participación es participando, cuando recite mi amigo Alfredo en el Teresa Carreño y los intelectuales en la punta del cerro otro gallo cantará, seguramente ya no seré yo.

Mayo 2010

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