martes, 14 de julio de 2015


Ríndete a la luz
o piérdete en la sombra.
Ríndete mientras tienes la llave
y la cerradura sigue intacta.
Ríndete que no le queda más remedio
a tu enfermedad que romper los miedos.
Asesina el pasado y los prejuicios,
vomita los tabúes y las utopías.
Acuchíllate el silencio
y sangra las palabras.
Ríndete que los pechos se secan
y el vientre se marchita.
Ríndete y entrégate,
que el amor no espera,
como no espera la vida a los sueños.

Baleryns López

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